Lo que es preciso olvidar
Abstract
"Yo tenía que ser abogado porque se me daba bien discutir. Tan triste como eso. Por supuesto que en algunos pasajes más optimistas de mi existencia intenté rasguñar razones más románticas para justificar mi elección. ¿Quién no lo hubiera hecho? Estar destinado a estudiar leyes es todavía peor que elegirlo sesudamente. Es una malformación congénita con la que uno tiene que lidiar todos los días de su vida, pero con el tiempo se termina por digerir. Algunos tienen la ventura de patear con sofisticación una pelota mientras que a otros nos toca interesarnos por los debates políticos en las sobremesas familiares. Zapatero a tus zapatos..."
Downloads
Downloads
Published
How to Cite
Issue
Section
License

This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike 4.0 International License.